Las personas somos muy dadas a ante un hecho que parece minimamente indicativo de algo, juzgar, culpabilizar, sentenciar....rápidamente, a veces sin detenernos a analizar, reflexionar, etc....a veces hay cosas y casos muy obvios pero también hay otras que no parecen lo que son, y sin pruebas y sin análisis, juzgamos y sentenciamos. Supongo que hay que tener una cabeza ( y corazón) muy fría también para detenerse a analizar unos hechos y los porqués en circunstancias que indican a las claras una culpabilidad o una actuación criticable a todas luces. Nos falta pausa, reflexión, análisis, paciencia, observar, meditación, humildad, sabiduría....y tal como vivimos, con prisas, impacientes, sin observar ni escuchar, incultos.....nos lanzamos a emitir juicios imprecisos, equivocados, pobres, erróneos, falsos....nos hace mucha falta aprender de otras culturas más sabias en esto del vivir.....
Cuando dejemos un poco de poner la etiqueta de, a éste, ésta, aquella o esos, solo por lo que parece o puede parecer, ahondemos un poco en las personas, sus situaciones y sus actos, quizás entenderemos algo, de ellos, de nosotros mismos, de la vida.......sobre todo de que no todo es lo que parece, ni todos son lo que parecen.....hasta empezando por nosotros mismos.....