Me llama la atención que en ciertas universidades han puesto en marcha una campaña para sensibilizar a los alumnos de la necesidad de rebajar el nivel de ruido en los espacios de estudio, investigación, y especialmente en las bibliotecas, sabedores de lo "complicado" y lo difícil que será lograrlo. Esto se refiere a hablar en tono alto, los sonidos de los móviles, el sonido del tecleo de los portátiles y ordenadores, los auriculares en los oídos, etc.....
El otro día me llamó la atención igualmente en dos museos, un grupo de jóvenes con su profesora, como todos, incluida la profesora, hablaban y comentaban lo que allí veían en un tono tan alto que molestaba a los demás presentes, sin inmutarse y como si fuera lo más normal del mundo.
En las consultas médicas y hospitales, a pesar del cartelito de "silencio por favor", es normal escuchar a la gente hablar en voz alta, reír, niños correr, etc....como si estuvieran en el salón de su casa....
Se ve "normal" silenciar el silencio que en ciertos lugares debe ser algo obligatorio, y sobre todo una norma de educación y respeto hacia los demás. Acostumbrados, cada vez más y más, a los gritos de los programas de televisión, los gritos e insultos de los conductores en la calle, entre los políticos en el Congreso y fuera de el, al ruido en general en las calles, entre la gente, a hablar en voz alta y yo más alto que el otro para que se me oiga más que al otro, a discutir y en voz más alta que el otro para imponer mis ideas, etc, etc, etc.....el ruido presente en todo y en nuestra vida cotidiana como algo totalmente normal, hace del silencio algo extraño, raro, molesto, incomprensible, aburrido, y hasta da miedo. Muchos no comprenden esa paz, ese sosiego que es escuchar el silencio, dejar que te llene, te envuelva, te hable....hay una necesidad de llenar con ruidos lo que falta, lo vacío, parece que diera sentido.....
Deberíamos aprender más de otras culturas que con toda naturalidad, como algo normal en sus vidas se transmite en las familias, y a lo largo de sus vidas, ese sentido y gusto por el silencio, por la reflexión, la práctica del silencio como algo cotidiano que aporta equilibrio, armonía, bienestar....estoy totalmente segura que seriamos unas personas mucho más relajadas y serenas....y todo andaría mejor.....