El hilo de la comunicación

Voy por el tercer café esta mañana. Me despertó pronto el ruido lejano de una radio puesta a todo volumen, anoche en cambió me arrulló el canto de un mirlo cortejando a su pareja.....qué sonidos tan dispares...

La comunicación, entre dos, o entre varios.....esa que a veces parece perdida, acabada, inexistente....y qué luego nos preguntamos cómo o por qué hemos llegado hasta ahí....a veces lo vamos dejando, como tantas cosas, y otras es que sencillamente nunca existió porque nunca supimos comunicar ni comunicarnos....pero eso es para otro post en el blog otro día....hoy se trata de recuperar la comunicación, las palabras, el intercambio, la cercanía, la complicidad, la confianza....y lo primero, y más importante al menos para mi, es el querer, el querer recuperar todo eso. No importa si sentimos quizás que esté muerto, si sentimos algo, al menos esa pequeña inquietud en nuestro interior, es que no está muerta del todo. Si existe el deseo, las ganas, si queremos que algo suceda, que algo vuelva, queriéndolo desde nuestro interior, desde donde nace todo, entonces podemos dar los pasos hacia esa dirección, no unos pasos obligados, sino unos pasos de encuentro o reencuentro. Olvidar si soy yo, o es él, o ella, o ellos, los que deben darlos, para que suceda algo alguien tiene que mover ficha, puede o no que la respuesta sea la que esperamos, pero eso se verá muy pronto, y ya entonces depende de nosotros mismos si queremos continuar o no. A veces se pierden cosas, hay malentendidos, culpas, olvidos, malos momentos, orgullo, cansancio, palabras inadecuadas, abrazos dejados de dar, palabras no dichas, que llevan a situaciones en que el hilo de las palabras y los sentimientos que nos une pareciera que se rompe, y es tarea nuestra cogerlo de nuevo y hacer un nudo entre los dos extremos, recomponer, volver a unir, y no seguir esperando a ver si el otro, otra, otros, lo hacen.....se nos puede pasar la vida así sin darnos cuenta.....

Algo hermoso, genuino, sincero, auténtico, que existió, sigue, solo que mal atendido, como la planta que se abandona a su suerte sin agua, sin abono, que tal vez sigue viva porque es fuerte y lucha por seguir en pie, pero sus hojas están mustias, no crece, no florece, ha perdido la hermosura, la frescura, la brillantez....la primera tarea es volver a fijarnos en ella, pasar a su lado y hablarle, y empezar a regarla....y luego seguir poco a poco viendo sus carencias con todo los demás, podar, abonar, proporcionarle luz, etc.....después dejémonos nosotros también regarnos, podarnos, abonarnos, etc.....tal vez ha estado esperando, como nosotros también.....poco después no hará falta mucho más, las palabras fluirán solas otra vez, a raudales.....