Polvo hoteles

 

 

 

 

 

Los aquítepilloaquítemato no tienen que ser una cutrez y algo sórdido. La pasión y el deseo no está reñido con el lujo, refinamiento, el buen gusto, el glamour, y es que si se va a echar un polvo furtivo pues que sea con cierta clase. Para eso están los "love hoteles" que cada vez más proliferan; hoteles y habitaciones equipadas con lujosos detalles para que el polvo sea todo un lujazo. Habitaciones ambientadas con elegante decoración minimalista, modernistas, zen,  o asiáticas, con jacuzzis, piscinas, saunas, velas aromáticas, flores,  minibar de lujo, juguetes eróticos, canales privados y eróticos de tv, servicio de habitaciones para una cena o desayuno romántico....por una hora, dos, tres....o toda la noche...y con precios que van desde los 30 euros a 60 euros, y por supuesto con total discreción, desde garajes privados que dan acceso directo a las habitaciones, como el hacer el check in y out en una máquina, o dar otro nombre o apodo a la persona en recepción. Hoteles 24 horas para polvos, algunos con modalidad siesta para después de comer...... 

Así quien no se se anima a echar un polvo a cualquier hora del día.

Ausencia y quietud

Muchas cosas ocurren a nuestro alrededor, la sociedad y el mundo está convulsionado, parece que pasan muchas cosas y sin embargo a veces parece que no pasa nada en nuestro interior y en nuestra vida. Etapas o momentos en blanco con ciertos tintes  vacíos sin que ello quiera decir que estemos vacíos por dentro, o que nuestra vida esté vacía, tal vez solo es que no está pasando nada trascendental, y hay en nuestro interior y nuestra vida una pausa. Porque parece que siempre tiene que estar pasando algo en ella, o en nosotros. Y la ausencia y la quietud ni se valora ni se aprovecha, solo la intensidad y vivir plenamente todos y cada uno de los momentos, que aparte de valorar y aprovechar, se busca para llenar. Y parece que el vivir algo como la ausencia y la quietud de nada, es además de una perdida de tiempo, es algo que no es bueno, y al contrario, desvivirse porque sucedan muchas cosas en nuestra vida y en nosotros, es lo que es bueno y llena. La mínima sensación de vacío preocupa y angustia, cuando el alivio y placer está en la ausencia y la quietud de momentos vacíos de nada.

Un día más no es un día perdido.

Mentes atontás

Ocurre en la tele. Todos opinan sobre todo y sobre todos con total libertad y supuestamente conocimiento. Con dominio de cualquier tema y autoridad moral para hablar de cualquiera. Por eso debe ser la caja atontá. Pero en el día a día son muchos los que nos rodean que nos desbordan y acechan con sus palabras, mensajes, opiniones, etc....sobre todo y sobre todos. Permanentemente hay que hablar y dar respuesta a cualquier cosa y sobre cualquiera, y precisamente sin tener la información, el conocimiento, la experiencia, sabiduría, o intuición sobre ello o ellos. Abarcar todo, tomar posición sobre diferentes asuntos y personas, aceptar o rechazar, tener que tener criterio sobre cualquier aspecto es casi obligado, sino, es tener un desinterés y desconocimiento sobre todo, y todos, de lo que se habla en el momento. No se mira desde la distancia, ni la observación cuidada, el silencio, la reflexión, para guardar los pensamientos y en un momento dado compartirlos, enriquecerlos con los de otros.

 

De la caja atontá a las mentes atontás.

Y parece que fue ayer....

Qué lejano quedan los tiempos que hombres y mujeres cruzaban mares a otras tierras en busca de trabajo, progreso y bienestar, o en su propia tierra dejaban los campos y pueblos para ir a las ciudades y ser parte de esa revolución industrial que prometía una vida llena de oportunidades y un bienestar económico. Se luchaba por nuevos horizontes, por salir de la pobreza, por trabajar y prosperar, por una vida digna para ti y los tuyos, por sacar adelante a tu familia. Se sudaba, se trabajaba duro, se ahorraba, y así se lograban obtener las cosas importantes para una vida mejor y más confortable; la gente se doblaba el lomo, se mataba trabajando, pero valía la pena recoger luego los frutos, se disfrutaban con satisfacción luego, y nunca cansaban ni aburrían.

Hoy en día la gente se mata en una cola de horas, y hasta días, por la nueva consola de videojuegos salida en el mercado, por el más nuevisimo de los teléfonos móviles, por llevarse el carisimo vaquero de marca en las rebajas de turno de los grandes almacenes, o por una entrada para el concierto del más famosisimo cantante del momento.  Y dentro de unos meses ya no se disfrutará, ni entusiasmará porque no tendrá sentido porque ya habrá quedado antiguo o desfasado. Cómo han cambiando las cosas, y sin embargo parece que fue ayer.