Tan dentro de mi

Tus olas van, como mis pensamientos,

y vienen, van y vienen,

besándose, apartándose,

en un eterno conocerse

mar, y desconocerse.

Eres tú, y no lo sabes,

tú corazón te late, y no lo siente.......

¡Qué plenitud de soledad, el mar solo!

Sin ver pero creyendo

Nuestro potencial y nuestros propios recursos son inmensos, muchas cosas están en nosotros mismos, pero creertelo mucho, repetirlo incesantemente, a veces no es suficiente para cambiar muchas cosas. Así que cuando escucho a muchos, como hoy en la radio, que hablan de pensamientos positivos, de creertelo, que todo es posible, que todo está en nosotros, que hay que tener solo pensamientos positivos, rehuir de los negativos y rechazar todo y a todos que huelan a ello....pues esto, la vida y el vivir no es así de fácil, así de simple, y si fuera así esto sería el mundo feliz y todos seriamos felices, ¿quién puede ser tan poderoso simplemente con el poder de la mente, del pensamiento cambiar todo?, mucho menos sus circunstancias......pero hay una legión de buenos habladores que están ganando una pasta haciendo que muchas personas crean que solo con pensar en positivo su cruda realidad va a cambiar. Y eso es un estado aletargado de ilusión que en el cuerpo a cuerpo contra la realidad, pierde. Estimula, genera entusiasmo, pero para cambiar la realidad hace falta mucho más y muchas veces también hacen faltan otros. No todo depende de nosotros, no somos los responsables y culpables absolutos, todo es mucho más complejo que eso. Igual que no se cree en los periódicos, la televisión, los políticos, la religión, etc....¿por qué se cree en esta gente que viene con un libro o una charla debajo del brazo qué dice que va a cambiar nuestra vida simplemente con el pensamiento positivo y nuestro yo, que venden millones de libros y que miles van a sus charlas en todo el mundo?....al final, todo el mundo tiene que creer algo o a alguien.

Urgencia de la lentitud

Vivir deprisa es vivir a ciegas. Las vacaciones es un buen momento para vivir lentamente. Cuando se olvida el tiempo, todo se detiene y se alarga. Contemplar una nube, una flor, la lluvia, un pájaro, las olas del mar, un bosque, un río, la luna, las estrellas, observar a las personas....durante horas......una sonrisa, unas manos, unos ojos, un cuerpo, unas arrugas, una piel suave y tersa....durante horas....escuchar el viento, el mar, los árboles, los animales, el fuego, el agua, la risa, la música, las palabras, los susurros, el silencio....durante horas......dejarse llevar, entregarse, y llenarse por la lentitud de los detalles, escrutando con los sentidos hasta lo más mínimo, especialmente aquello que solo miramos y por encima y deprisa y corriendo. El placer de descubrir infinidad de pliegues en cada detalle, es maravilloso. Después sientes que todo es diferente y te encuentras sonriendote a ti misma y extrañamente complacida y plena por dedicar tiempo a la vida, dedicarte tiempo a vivir.

Vivir a fuego lento es vivir maravillosamente.

Instantes

Desperezarse de las vacaciones, lugares, sonidos, imágenes, olores, sabores, texturas......es de las cosas que más me gusta alargar. Es como ese sueño del que no quieres despertar. Cuando regreso atesoro durante días, semanas, las sensaciones, y mi memoria, mi recuerdo se nutre en todo momento de todo aquello. Mi piel no es la misma, guarda maravillosos instantes y caricias que otros vientos no logran borrar. Instantes que han penetrado en el alma en un lugar difícil de escapar o desaparecer. Dejo que ese murmullo me envuelva, y eso, es lo más parecido a la felicidad.