El mundo escuchaba ensimismado las palabras de Vargas Llosa en su discurso de aceptación del Premio Nobel de literatura, mientras que al mismo tiempo tenía que imaginar cuales hubieran sido las palabras de Liu Xiaobo al aceptar su Premio Nobel de la paz. Lejos quedan las imagenes que deslumbraron al mundo de una China y un pueblo próspero, libre, feliz, en aquellos recientes juegos olímpicos; fueron solos fuegos de artificios para hacer creer que aquel país vive en la luz cuando en realidad vive en la oscuridad y privados de lo más esencial para el ser humano, la libertad.
De la brillantez y libertad del discurso de Vargas Llosa, al deseo de escuchar la reivindicación de paz, democracia y libertad para un país, aunque en las palabras de Vargas Llosa hubo un guiño muy directo y una complicidad y solidaridad con el Nobel de la paz.
Las palabras y la libertad son armas poderosisimas que aterrorizan a algunos, a aquellos que quieren ejercer el totalitarismo, la fuerza, el control, el fanatismo, la opresión, el miedo; no hay nada que pueda contra el poder de pensar y pensar libremente, contra la imaginación, contra las palabras y los libros que despiertan nuestras inquietudes, nuestro espíritu crítico, nuestro lado inconforme y rebelde, nuestro deseo constante de saber.
Las palabras que a uno hace libre, las palabras que a otro le hacen cautivo; el mismo fin la misma búsqueda, la verdad, la paz, la libertad.A aquellos que luchan por la democracia, libertad,derechos humanos, a aquellos que sufren por ello y hasta mueren....muchas gracias de todo corazón......de parte de la Humanidad.
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