Yo deseaba un encuentro de sol, luz, color, vitalidad a la orilla del mar en este sábado de invierno, quizás como regalo de San Valentín anticipado, y el día amaneció de un blanquecino invierno. Lo que no sabía era que el regalo iba a llegar con lazos grises y azules. Un cálido recibimiento de abrazos de nubes grises y besos de espuma azul salada inundarían mi cuerpo. Y con la emoción en mis ojos y en mi alma escuché el murmullo de las olas como caricias diciendome: "te estaba esperando en febrero" .......
Sonriendo me abandoné a los besos, abrazos y caricias.....y nunca me sentí tan llena......
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