Soy de las raras que aún quedan en este país que no pirateo ni música, ni pelis, ni libros, ni nada de nada. Pero alguna vez, he dicho a alguien que me piratee algún cd de música. Una razón que no lo hago es porque no tengo paciencia y me aburre, y otra es porque es ilegal y es un delito. Y así vemos que cada vez se venden menos cds de música, menos gente va al cine, y también están empezando a comprarse menos novelas. Soy de las raras que aún va a grandes almacenes y librerías a comprar música y libros, y de las que va una vez a la semana al cine. Y por eso somos unos de los primeros países en el mundo del pirateo. Y si no pirateas música, películas o libros, eres algo así como un raro, carroza, antiguo, friki, etc....porque se han olvidado un poco de aquella palabra que es honradez. Son tantos los casos de corruptos, chorizos y mangantes, conocidos y anónimos, que parece que toda la sociedad se tiene que convertir, o hay que conventirla, en eso, que es guay.
No voy a defender a los músicos, directores, guionistas, escritores, etc...pero detrás de su trabajo hay muchas, muchisimas horas invertidas, mucho, muchisimo, sacrificio, esfuerzo, entrega, dedicación, talento, para darnos algo que luego a todos nos puede parecer, sublime, un bodrio, un buen trabajo o una porquería, algo que nos puede gustar, dejar indiferentes o simplemente no gustar. Todo trabajo tiene un precio, nada se sustenta de la gratuidad, y estos artistas nos dan algo por lo que debemos pagar, nos guste o no el precio, para eso siempre hay la opción de no comprar; y si su trabajo se obtiene por ejemplo robándolo, sin pagar, es ilegal, es un delito.
Y así por ejemplo por todo esto, una escritora ha elegido dejar de escribir novelas, quizás sea una rabieta y luego se le pase, pero desde luego es un toque de atención a que tal vez haya que pensar en fórmulas o medios para que muchas personas que no pueden y quieren, puedan acceder a comprar música y libros como poder ir al cine, como también mandar un claro mensaje al que roba, que lo que hace es ilegal, un delito, y no se puede ir de rositas. Y que no el que más baje o piratee es el más listo, el mejor, el más puesto en la nuevas tecnologías de todos.
Sobre todo lo que habría que fomentar es que la cultura y el talento es de todos, una enorme riqueza y una enorme suerte de la que gozamos, y como tal hay que valorarlo y cuidarlo, para no caer en el riesgo de la desilusión, la desidia, la apatía, el abandono, y la desaparición.