Aquel que se hace con una sonrisa perenne, con desmesurada ilusión, sin expectativas, con una tranquilidad en el corazón y en el cuerpo, deteniéndose y no corriendo, dejando que el lugar llegue a ti, te llene, te enseñe, te quiera, sin tiempo ni espacio, sin rutas ni caminos ni movimientos determinados, ligera, sin pesadas cargas, solo cargada de confianza, con el tiempo infinito de cerrar los ojos para escuchar y sentir, de sentarse en una piedra en una montaña, una playa, o una plaza, y solo observar, con la curiosidad prendida por el lugar, su gente, su cultura, con alegría en el alma, loca de pasión, llena de comprensión, tolerancia, paciencia, mirando todo con buenos ojos y mirando bonito, dejándome sorprender inocentemente, admirando la belleza que respiro, con emoción desnudándome para que me cubra el momento......
el lugar no importa.
2 comentarios:
Un viaje así solo se puede hacer en solitario, sin más compañia que uno mismo...ese uno que llevamos dentro...ya sabes...
Muchos...
ya sé, ya sé......aunque también se puede hacer con alguien que quiera y sienta hacer ese viaje soñado....
un par....
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