Hay cosas que estamos obligadas a ellas, nos guste o no, es como la rutina, que no gusta pero es necesaria; y lógicamente cosas que por nada ni nadie estamos obligados. Pero volviendo a las obligadas, cuanto más aceptadas son las obligaciones, cuanto de mejor cara, talante y efectividad se cumplen, más ligeras parecen y menos efecto negativo nos producen. Todos tenemos ese tipo de obligaciones, diarias, a veces querer ver y sentir las cosas de diferente manera cambia todo. Cuesta muchisimo pero merece la pena intentarlo, cada día algo, sienta bien.
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