Estos días ventosos, quizás son buenos para escuchar lo que nos dice el viento, la historia que nos cuenta. Para dejarle que barra con ímpetu malos pensamientos, recuerdos, aquello que nos molesta o inquieta, que despeine nuestras ideas, aquello que nos ronda, y que envuelva como en remolino nuestra mente, nuestro corazón, nuestro interior, de ideas y sentimientos renovados, de nuevos horizontes, nuevos objetivos, nuevas ilusiones......Respirar profundamente y entregarse a su silbido, perderse con el en nuestros propios recovecos, observando, aprendiendo, conociendo, madurando, y caminando hacia delante donde nos lleve.....todo viento necesita de una pausa, de un reposo, de tranquilidad y serenidad, y ésta llega siempre después para reflexionar tras la agitación de su paso.....
2 comentarios:
Qué bien nos vendría ese reposo, cada día más difícil de conseguir...
Quizás deberíamos aprender a tenerlo en nuestras prioridades,porque vamos como caballos desbocados la mayoría de las veces.
Así nos va ...
Un abrazo y encantada de leerte,amiga.:-)
Deberiamos al menos una vez al día pausar, serenarnos, escuchar, reflexionar, darle ese tiempo y momento de meditación a la mente y el espíritu, un intervalo de descanso que propicie el equilibrio interior....solo hay que proponerselo como algo natural.....
me alegra leer tus palabras Isabel......
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