Hoy crucé por un parque, el cielo estaba muy gris aunque una pareja de pájaros ajenos a las nubes cargadas, volaban persiguiéndose y yo adiviné en ellos la alegría de buscarse, encontrarse, perseguirse, alejarse y volver a encontrarse. No tardó mucho el cielo en descargar y los árboles y bancos se mojaron. Las gotas empezaron a resbalar por la piedra, abriendo camino lentamente pero sin parar, pacientemente, dibujando retorcidas curvas y recovecos, moldeando caminos, descubriendo rutas hasta la tierra, hasta las entrañas......perseverantes, insistentes, persistentes, constantes.....
Los únicos límites de la existencia son los que nos ponemos nosotros mismos.....
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