Antes y después de la tormenta

Cuando el mar está en calma es cuando debemos pensar en la tormenta......la que pasó, y la que vendrá.....reconozco que a mi me cuesta muchisimo, es muy difícil, pero poquito a poco, con mucho esfuerzo y buena voluntad voy haciendo progresos y lo voy consiguiendo algunas veces. Cuando hay tormenta, soy viento, agito el mar, hago romper las olas en el acantilado, zarandeo los barcos, libro una verdadera batalla marítima, supongo que es pasional, que es impetuosidad, me cuesta retirarme a un lugar en busca de refugio y esperar que amaine el temporal, luego pasado el temporal no puedo salir como si nada y volver a lo de antes como si nada hubiera pasado y la tormenta no haya hecho estragos en mi, es demasiado fácil y complicado para mi. Pero entiendo que solo después de una tormenta, con el mar en calma, se puede observar mejor, valorar verdaderamente los daños, analizar, reflexionar y actuar consecuentemente, pero en frío, con otro sentimiento. Al igual que con un mar en calma, sosegadamente, uno puede anticiparse a esa tormenta que sabes que se acerca, que sabes que causará daños, pero previniendo y actuando anticipadamente puedes mitigar ciertos destrozos y daños colaterales, de nuevo, en frío, sin el ardor y dolor del momento. Esto reconozco que también me cuesta, disfruto más del mar en calma, del momento, y no me pongo a pensar en la tormenta que vendrá tarde o temprano, todos pasamos por tormentas y temporales en nuestras vidas, en parte eso nos va curtiendo, nos va forjando una personalidad, un carácter, un sentir, solo nos queda coger el timón con fuerza, luchar, y no zozobrar......y así hasta la próxima tormenta, cada vez un poco mejor y con algo nuevo aprendido......