"he creado este blog pensando en un lugar de encuentro de mis palabras con las tuyas, un lugar para hacer un alto y compartir escribiendo y leyendo, un lugar donde las palabras vuelen libres....te invito a que entres, disfrutes, participes...."

sábado, 13 de noviembre de 2010

El divino tesoro

En estos días he estado muy en contacto con jóvenes veinteañeros en su mayoría. Si bien algunas ideas, pensamientos, actitudes, son parecidas a las de mi generación, hay cambios en cosas esenciales, fundamentales. Leía no hace mucho a un sociólogo de la Universidad Complutense que hablaba precisamente de algo que se ha instalado como marca o sello en esta juventud, y es la falta de valores que se ha apoderado en la forma de ser y sentir de esta juventud confiriéndoles un rasgo ya característico de esta generación. Y son los valores de los individuos los que llevan a una sociedad a crecer, enriquecerse, progresar, prosperar, ir hacia arriba. Yo les escucho hablar, sus pensamientos, razonamientos, sentimientos, y su meta es solo el YO, el individualismo y el objetivo el bienestar. Su único viaje al interior pasa muchas veces solo por una solidaridad hacia lo que está lejos olvidándose de lo cercano. Volver a los principios, a los valores, se debería volver a enseñar, inculcar, que fuera un objetivo de educadores y gobiernos, un proyecto de sociedad en la que todos nos deberíamos involucrar, comprometernos (la palabrita esa tan de moda que gusta decir tanto a tantos: "ser una persona comprometida" ).
Me quedo no obstante con su ilusión, sus sueños, su intensidad, su energía, su alegría, su rebeldía.....principios básicos de movimiento, impulsos, cambios, avances....si se consiguiera plantar la semilla de los valores, con buen riego sería el principio de un resurgimiento, de una nueva sociedad con potencial de futuro muy prometedor.

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