"he creado este blog pensando en un lugar de encuentro de mis palabras con las tuyas, un lugar para hacer un alto y compartir escribiendo y leyendo, un lugar donde las palabras vuelen libres....te invito a que entres, disfrutes, participes...."

lunes, 30 de mayo de 2011

Yo también me puedo indignar

Empezaba la Feria del Libro. Lo que prometía ser un agradable paseo por las casetas husmeando libros, se volvió en un desagradable paseo con olor a todo. Las casetas de los libros estaban, aunque estuvieran rodeadas, pero la plaza había sido tomada por cientos de "indignados", haciendo que pasear y no digamos transitar, fuera desagradable y casi imposible entre tresillos allí tirados, carteles y pancartas en el suelo, tiendas de campaña, cubos, bultos, algún perro suelto, la mesa de mezcla y altavoces de un DJ, los bancos de la plaza tomados, como algunas zonas ajardinadas, y el quiosco de la plaza a la que muchos suben y se asoman estuviera prohibido ya que dentro habían instalado unas cocinas de butano donde algunos cocinaban, y el suelo y la barandilla lo hubieran convertido en despensa con aceite, huevos, sal, botes de tomate, sartenes, etc....y del techo colgaran lonetas de plástico a modo de toldos para proteger del sol o la lluvia a los acampados. Se me quitaron las ganas de pasear y de comprar libros.


El problema es de límites en el ejercicio de los derechos fundamentales, que termina allí donde comienza a perturbar el ejercicio de los derechos de los demás o poniendo en peligro otros bienes constitucionalmente protegidos, como la convivencia ciudadana o la sanidad pública. El derecho a la indignación lo tienen todos los ciudadanos, no sólo unos pocos. No vivimos en un Estado sin normas sociales, leyes, y de total libertinaje, sino en un Estado constitucional en el que el Gobierno debe hacer cumplir la leyes. La ley regula el derecho a reunión bajo la obligación formal de comunicar la convocatoria y que tenga una duración y un objeto concreto. Manifestación y reunión son esenciales a la democracia, pero sometidos a límites, porque si yo decidiera que cualquier día con 3 amigos me voy a dicha plaza y monto una tienda para prenoctar y llevo una cocina de butano y me pongo a cocinar sin más, aparte de la multa, me sacan de la plaza y ya sabemos donde termino.

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