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miércoles, 3 de agosto de 2011

Vuelta a las andadas

No quería volver yo también a las andadas hablando de esto, me harta. Solo espero que de una vez por todas se ataje el asunto, se coja el toro por los cuernos, sin paños calientes, no se sea más políticamente correcto ni gaitas, y acaben los que tienen que acabarlo, el temita ocupación de plazas, paseos y calles en Madrid. Estoy cabreada que una ciudad a la que quiero tanto se la mancille de esta manera. Que unos individuos porque les da la gana la tomen a su gusto y antojo, impidiendo que todos los demás podamos disfrutarla, que unos individuos les importe un carajo los negocios y trabajos de mucha gente que en ella desarrollan su actividad empresarial y laboral, que unos individuos se las trae floja la belleza, cuidado e imagen de esta ciudad. Que hayan convertido estas plazas, paseos y calles en un vertedero de mierda más que de palabras y protestas ante la situación precaria por la que atraviesa este país desde hace un tiempo. Para las protestas, manifestaciones, expresar el descontento en general y exigir cambios se utilizan las manifestaciones serias, marchas serias organizadas en los lugares adecuados porque el sentido de una protesta, de una manifestación, es en voz alta expresar el descontento, protestar por lo que está mal y contra quienes lo están haciendo mal, el rechazo hacia sistemas o políticas, reivindicar y exigir cambios, y no montar un circo-comunero-lúdico-okupa como realmente terminó siendo aquello, y ahora un estercolero de casi 30 mil kilos de mierda y basura en la ciudad, y un día a día de indigentes, delincuentes y colgaos por doquier, porque cuando se les convocan muchos van corriendo con sus mochilas y camisetas con slogans de turno, pegan 4 gritos y agitan sus manos al aire, pero después los que quedan son los otros.

De lo contrario tendremos numeritos por un tubo de aquí a las elecciones, la ciudad patas arriba y perjudicada definitivamente su imagen, y los oportunistas de turno haciendo y diciendo de todo con tal de rascar votos. Que el que más grita no necesariamente es el que tiene razón, porque no tienen razón en okupar lo que es de todos, ni enguarrar lo que es de todos, ni perjudicar los negocios y los trabajos de otros.


Y si hay que protestar, manifestarse, reivindicar y exigir, lo hago sin más, porque cuando algo está mal y no va bien es lo que hay que hacer.


Y politicamente incorrecta hablo.

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