Soy de las que le gusta decir las cosas tal y como las pienso, aunque me frene a veces, las diga de una forma suave porque no me gusta hacer daño, pero tanto cuando escribo como cuando hablo me es innato decir aquello tal como lo pienso, aparco las sutilezas y largo por los dedos y la lengua. Esto claro, crea ciertas incomodidades y no gusta, soy así y quizás sufra por ello, pero todos tenemos algo imperfecto y por lo que sufrir.
Me hartan tantos paños calientes, tanto guardar, tanto encubrir, tanta hipocresia, cuando en realidad se siente y se piensa igual pero no se dice, ¿eso nos hace mejores, sensatos, coherentes, maduros, sabios, de cara a la galería?....me harta tanta fachada, tanta careta...al final seguimos reprimiéndonos en palabras, pensamientos, opiniones, sentimientos, solo que ahora de una forma más moderna y europea....lo políticamente correcto como sinónimo de miedo a ser honestos y sinceros....la transparencia, la honestidad, la sinceridad, en un instrumento correcto cuando se usa correctamente, de comunicación, de acercar posturas, que no necesariamente tienen que llegar a un acuerdo, pero que hacen posible el diálogo y la exposición de pensamientos, opiniones y sentimientos sin ánimo de revancha, venganza o solo criticar o censurar por hacerlo.....
2 comentarios:
Yo no sufro en absoluto por decír mí verdad...es mia, por lo tanto dueña y señora soy...es cierto que la verdad cara a cara puede dulcificarse con una mirada...con una sonrisa...se ven los gestos y el tono... No siempre es así...hay días en que apremia decír cosas...hay días que rebosas y sueltas sin más...
La verdad escrita es otra cosa...está ausente de sonrisas,gestos...
Lo dicho...no me produce el menor sufrimiento y me quedo tan ancha...
Lo de sufrir es quizás por las incomprensiones, las confrontaciones, las incomodidades....pero por encima de eso está ser como soy, lo que soy, y ser fiel a mi misma....
La ventaja de la palabra escrita es quizás que es más sosegada aunque llena de pasión....
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