A veces no es primavera

Cuando a mi me regalan amor, en cualquiera de sus formas, me emociono. Es uno de los regalos más preciosos y preciados que te pueden hacer. El gesto y la acción de unas palabras, una mirada, una presencia, un silencio, un pensamiento, un beso, un abrazo, una caricia, un solo porque si.....todos regalos de amor, provenientes del corazón, del alma, de lo más profundo e íntimo de la persona, de su esencia, sentimientos generosos que brotan del interior como brotes en primavera a su sol, a su lluvia, a su tierra fecunda.....pero a veces no es primavera....el invierno se ha instalado todo el año, con su frialdad, sus nevadas, sus heladas, sus días blanquecinos y feos, y aunque el calendario indique por sus fechas que la primavera está próxima o ya es primavera, nunca se sentirá así, nunca emocionará así....y por más que me asome por la ventana seguiré viendo los árboles desnudos de hojas, las plantas sin flores, la hierba amarillenta y seca.

A veces uno cree que ha abonado bien durante el invierno pero no es así, a veces hay plantas que no responden al abono, a veces hay plantas de floración tardía, y a veces hay plantas que no florecen.