¿Se recoge lo que se siembra?.......es un principio que es casi como una ecuación matemática que no debe fallar......pero con los números ya se sabe, a veces se cometen fallos. Bueno, y yo también que siempre he sido de letras y las matemáticas nunca me gustaron ni se me dieron bien. El caso puede ser también que el saco donde recojo mi cosecha puede que tenga un agujero muy grande, o que no tengo precisamente eso de "buena mano" para sembrar.....pero lo que debería ser sencillamente no es. Y veo mucho aridez en mis campos, a veces hasta zonas desérticas y secas, de nada vale el riego, el abono, los fertilizantes.....la tierra no da, no produce, nada crece.....Como en todo, no basta solo con el sembrador, la tierra tiene también que abrirse a recibir y dejarse fecundar, y entonces la cosecha será increíble. Es uno de los principales males, el poco interés, las pocas ganas, la desidia, el cansancio, el esfuerzo, el rechazo, el miedo, a compartir y compartirse. La tierra está bien oculta, en su subsuelo, en su mundo y con lo que conoce y los que conoce, se siente en cierta manera segura así, y cualquier pisada extraña y cualquier semilla ajena hace que se endurezca y que sea impenetrable.
¿Por qué tememos empaparnos en un buen aguacero?
2 comentarios:
¿Has probado a sembrar por el simple hecho de sembrar, sin esperar recoger nada a cambio?
La semilla siempre queda y silenciosamente hace su trabajo, pero como la tierra, se alimenta de la gratitud, sin importar que los frutos sean los más hermosos, jugosos o frondosos. El solo hecho de saber, de percibir, el cuidado, el amor del otro la hace enormemente agradecida.
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