A pesar de ser este posiblemente el día más odiado por todos, lunes, nada más maravilloso que sentarte en el jardín, contemplar con asombro y gratitud este nuevo día y sus pequeñas y magnificas cosas: el sol, el cielo azulísimo, la brisa, las flores y sus fragancias, las plantas, algunas hojas de los árboles que perezosamente comienzan a caer, el verdor de la suave hierba, los pájaros, las mariposas, las obreras libando flores, las hormigas en su arduo trabajo....y el silencio.....y entonces piensas que es un buen día. El mundo afuera con sus cosas, y tú en tu pequeño mundo, en tu pequeño remanso. A veces no hacen falta grandes viajes para escapar.
El jardín de mi casa está sosegado, y abierto a visitas.
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