Me ha encantado algo que vi no hace mucho por parte de una ONG y que yo llevo pensando hace mucho, (tengo montones de ideas estupendas que luego muchas veces veo que otros ponen en marcha o realizan, por cierto tengo una para el tema del fumatorio que ya hablaré de ella otro día, ¡¡es buenisima!!).
Bueno, esta ONG lo que promueve es que se enseñe a desarrollar los sentimientos, en especial el amor, ese sentimiento tan poderoso que nos hace más felices pero también más desdichados. Y no me refiero solo al amor entre dos personas, también al amor universal a todos y todo. Cursos dirigidos tanto a hombres como a mujeres para aprender a algo tan básico como amar. En tiempos que todo se analiza, se enseña, se mide, se deja a un lado algo tan importante para el ser humano, porque aunque parezca absurdo, no todo el mundo sabe amar, y a amar también se aprende. Y se aprende desde el principio y a lo largo de toda la vida, y por lo tanto se mejora. No es algo insignificante para dejarlo al "sobre la marcha". Los sentimientos, las emociones, las relaciones, de su importancia para la persona y la sociedad, tendrían que formar parte de la educación como otro conocimiento más. Educar para el amor, la amistad, la felicidad, el equilibrio personal, la convivencia, etc.....eso de aprender de los errores, lo que siempre hemos y seguimos haciendo todos, está bien, incluyo aquí el tropezar con la misma piedra, lo del destino, bueno a veces es más para mal que para bien, y la suerte, es jugártelo todo cuando podríamos tener siempre a mano aquella carta o comodín para salir ganando más en esta vida. Pero la educación va por otros derroteros, otros intereses interesados, que hace personas en serie sin el matiz y el detalle del sentimiento de calidad.
El mundo sería diferente, no tengo la menor duda.
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