Tan solo

Empiezo el año con nuevo diseño en el blog. Pero no empiezo el año con nuevos propósitos y cosas que muy posiblemente no voy a cumplir o llevar a cabo. Solo me he propuesto dejarme llevar por el aquí, ahora, el presente, y disfrutar de todas las cosas sencillas día a día. Esos detalles insignificantes que nos llenan tanto, que nos proporcionan felicidad. Encontrarse y sentirse feliz por dentro, de eso se trata. No se trata de lo que los demás creen que nos hace sentir felices o de hacer aquello que hace felices a los demás y no a nosotros, pero si hacer felices a los demás nos hace felices, bien. Si no fuera por todas pequeñas cosas, esos detalles insignificantes de cada día, eso que pasa casi desapercibido, se me haría todo tremendamente difícil y duro. En un mundo tan hostil, duro, frío, material, superficial, impersonal, solo los gestos y detalles cargados de sentimiento nos llenan el alma y dan sentido a nuestra vida.

Esta tarde el atardecer se dibujó en los cristales de la ventana, y fue un instante mágico, un regalo para el alma. Y todos los días hay uno.