La vida. Esa serie de acontecimientos unidos por eslabones. Una educación primaria, una carrera universitaria después, una profesión, un trabajo para toda la vida, una familia, a veces para toda la vida, a veces no, una casa, una jubilación, una pensión, una espera. Entre medias miles de otros acontecimientos, situaciones, personas. Entre medias, amores, desamores, felicidad, alegrías, tristezas, dolor, miedos....experiencias, sensaciones, emociones......Una vida normal. Una lógica. Un orden. Una vida que esperamos se desarrolle según el guión sin muchos imprevistos, contratiempos, adversidades, y en la que seamos felices. Una vida planificada desde nuestros primeros pasos hasta los últimos. Pero estas vidas "normales", "planificadas", "felices", muchas veces no son tales. La mayoría de las veces ni las escogemos, suceden, se van improvisando, y como mejor se sabe y se puede, y también nos dejan, ocurren, pasan esos años que sean, los que nos toquen. El invento de la vida es así, no se ha inventado otra manera; hay matices eso si que las hacen diferentes, pero la cronología de todos es más o menos la misma. La suerte y el destino son otro matiz aparte que aporta diferencias para bien o para mal.
No se ha podido nacer directamente con cierta edad, ni elegir el número de años que uno vive, ni vivir parte de la vida de un sexo y la otra parte con otro sexo, ni vivir la vida al revés, empezar a vivir siendo viejo y terminarla siendo un niño, ni experimentar otros tipos de vida en otros planetas, ni poder tener otro cuerpo muy diferente al que tenemos, ni vivir sin guiones de vida, ni un orden lógico y normal, ni tener muchas vidas para vivir.......
Solo tenemos una. ¿Qué sensación tendremos al final?
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