Las mentiras de la tele

Me contaban sobre un hombre que a principios del siglo XX se fue de España con lo puesto y unos zapatos al hombro para que no se gastasen las suelas, en un barco de polizón rumbo a America. Le tuvieron pelando pollos durante toda la travesía, y una vez allí empezó a trabajar en una ferretería muchas horas al día y durmiendo en una esterilla bajo los mostradores de la tienda. Logró con los años abrir sus propias ferreterías en Paris y Nueva York, se casó, tuvo familia y regresó a España unos años después. Una vez aquí invirtió en eléctricas y fue el artífice de los primeros trenes eléctricos en España. Una historia de esfuerzo, tenacidad, superación y éxito. Un buen ejemplo.

En contraste la televisión nos enseña historias de españoles de finales del siglo XX y de este siglo XXI que se han ido fuera de España a America, Asia, Africa, Australia, etc....que viven allí con grandes lujos, en grandes casas, con lujosos coches, prácticamente nada más llegar, dando la impresión que no han tenido que esforzarse ni luchar por conseguir prosperar, ni una sola vez enseñan la historia de un español medio cualquiera que ha luchado y lucha por abrirse paso en estos países y pasando dificultades. Parece que interesa mostrar historias exitosas fáciles como si eso fuera lo normal, que el mensaje es "sal de España que afuera todo es más fácil y regalan el dinero y las cosas sin matarte"; no interesa contar historias de sacrificio, esfuerzo, trabajo, dificultades como la de todos esos antepasados que un día emigraron, ahora la imagen del emigrante español que interesa vender es la del joven, muy preparado, emprendedor, que va en busca de aventura, de invertir en un negocio, o entrar a trabajar en una gran empresa, que tiene un sueldazo y un estilo de vida lujoso. Fomentar el trabajo, el esfuerzo y sacrificio no interesa, no vende.

A la par, insulta a cualquiera, programas de televisión sobre personas en España con muchisimo dinero, grandes lujos, que enseñan sus mansiones, que se gastan miles de euros al mes en ropa, peluquería, etc... y que viven a todo trapo, mientras miles de personas acuden a comedores para poder comer, pierden sus casas por no poder pagarlas, y llevan meses y años sin trabajo. Como insulta también que un programa pague 60 mil euros a alguien por decir cuatro gilipolleces.

La televisión es cada vez más un arma poderosisima que está moldeando a sus propios intereses a la sociedad y a sus individuos, lo triste es que se permita y no se haga nada.

Ojalá existieran televisiones y programas sin intereses que pensaran en la verdad, en enseñar, en educar, en realidades positivas y constructivas. Por desear que no quede.