La aspiración radical de algunos es su sistema impuesto a base de violencia, del no respetar a los demás con los que convivo, la convivencia en general, ni el lugar donde vivo, ni la democracia y libertad que respiro, sino hacer las cosas como yo digo y quiero, y los que no estén de acuerdo, fuera. Criticas al sistema y capitalismo en el que viven muy bien, disfrazada de revolución. Revolución contra el que tiene, viste bien, huele bien, que representan el poder y el capitalismo, porque estos enarbolados de la democracia real en el fondo quisieran tener igual que esos que tienen, porque en el fondo quisieran quitarle no solo a los ricos ricos, sino también a todo el que con su trabajo y esfuerzo han conseguido unos logros y bienes, para repartírselo entre ellos. La igualdad según ellos es repartir lo que se tiene con ellos, no entre todos, la igualdad es no dar un palo al agua y quitar al que tiene para entonces tenerlo yo y seguir sin dar un palo al agua, vamos, lo de siempre, seguir con lo que todos nos lo deben dar gratis. Que lo que empezó como la voz alzada contra la clase política, quien gobierna, de no estar de acuerdo con las cosas, etc,,, por parte de gente de todo tipo, y mucho joven urbanita con gafas de marca, es hoy en día violencia callejera borrokera sin ningún fondo real. Eso es lo que se ve dos días después, un año después. Pero hay quien dice libertad de expresión. Libertad de expresión según conviene.
Esto si que no nos representa.
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