El neobohemio busca desconectarse, liberarse de su constante stress. Refugiarse en su escondite favorito para practicar el descanso, el culto a la mente y espíritu, alejarse de los lujos que los atan, para liberarse en un mundo más auténtico cercano a la tierra y madre naturaleza, y carente de sofisticaciones y placeres superfluos y mundanos. Parte de ese stress viene del enganche constante a trabajo, amigos, enemigos, conocidos, y familiares, guardados en una pequeña cajita rectangular que no pueden nunca cerrar. Llega el finde, y una vez en el escondite-refugio de moda, cuando la idea era cerrar la cajita durante todo el fin de semana, desconectar, y relajarse, la cajita ocupa todos los pensamientos; a la hora de levantarse y ver el amanecer, de desayunar, de pasear, de hacer senderismo o correr por la playa, de echar un pis, de comer, de echarse una interminable siesta , de volver a echar otro pis, de relajarse leyendo un libro, de recoger alguna verdura en el huerto ecológico para la cena de la noche, de darse una ducha tonificante, de cenar, de charlar placidamente sin prisas, de ver el cielo estrellado, de soñar....porque la mayor felicidad es poder contar a todos, bien hablando o escribiendo, todo esto a través de la pequeña cajita rectangular.
La felicidad cuando es compartida en el móvil, es más felicidad.
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