Fue un triste protagonista del verano, el balconing. Y ahora de cara al otoño parece que llega otro, el trening, consistente en acostarse entre los raíles de las vías del tren y aguantar que te pase el tren por encima sin moverte. Como consecuencia, ya ha habido varios mutilados. Preguntados por qué hacen esto las respuestas dan que pensar: "por vacilar", "por divertirse", "por hacer algo heroico", "por simplemente arriesgar la vida".....si estos jóvenes no valoran la vida, no cuidan su integridad física, no se respetan ni se quieren a ellos mismos....¿cómo van a valorar la vida de los demás, valorar la integridad física de los demás, respetar y querer a los demás y la vida de estos?. Son en definitiva carne de cañón, caldo de cultivo en el futuro de manos de desaprensivos, salvajes, delincuentes, guerrilleros, terroristas, asesinos.
Son nuevas generaciones perdidas que no se hace nada por recuperar, por reconducir, por transformar en algo positivo para ellos mismos y las sociedades. Abandonados a su suerte y al subsistir y apañate como puedas; supervivientes de mala vida que no saben que hacer con sus vidas, que desprecian el maravilloso regalo de la juventud y la vida.
Tanto énfasis en la protección de los menores, sus derechos y libertades, pero poco incapie en la enseñanza de valores, en la educación, y todo comienza desde ahí, lo fundamental, son los cimientos de la persona, y cuando los cimientos son pobres, están débiles, son malos o inadecuados, la estructura tempranamente se desmorona. Toca a todos, a todo el conjunto de la sociedad construir una estructura sólida, por el bien de la humanidad.
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