Me gusta leer y escribir con música, y supongo que si pudiera hacer lo otro que más me gusta hacer, la fotografía, lo haría, tengo que ver como puedo hacerlo. Me aporta mucha calma la música. Por cierto ahora suena de fondo adagios.
La calma es necesaria, es sosiego y tranquilidad necesaria para pensar, para soñar, para decidir, para planear, para replantearse, readaptarse, reinventarse. Y es que la vida es una constante transformación, cambio, readaptarse, reinventarse. Personas a las que he visto, y con las que he hablado, han vivido todo su vida en el mismo lugar, hasta en la misma casa, han hecho o se han dedicado todo su vida a lo mismo, han paseado por los mismos lugares y han frecuentado los mismos sitios siempre, y han tenido los mismos amigos desde que empezaron el colegio hasta en edad adulta, y lo que más me sorprende es que no tienen intención, ni quieren, vivir en otro lugar, tener otra casa, otro trabajo, pasear y frecuentar otros lugares, otros amigos. Supongo que eso está bien y es lo que es "tener unas raíces". Yo por el contrario me he tenido que transformar, readaptar, reinventar, pasar por varios lugares, casas, trabajos, amigos. Y supongo que eso también está bien, aporta otra visión, otras vivencias. Y sobre todo da la oportunidad de periodos nuevos, los cuales conllevan entusiasmo, energía, ilusión, en los que crecer, aprender, desarrollarse y desarrollar nuevas facetas, y eso es interesante. También como todo puede darte momentos de tristeza o sufrimiento, pero también la oportunidad de sobreponerte a ello y continuar, con más fuerza, más fuerte. También los que han vivido siempre rodeado del mismo lugar, ocupaciones y mismas personas pueden tener momentos de tristeza o sufrimiento, nadie queda exento por una vida u otra.
El camino de la vida es subir y bajar montañas, adentrarse en senderos desconocidos, aventurarse y descubrir cuevas personales, perderse para encontrase, sin olvidar tampoco el camino de vuelta para cuando se quiera, la vuelta al origen.
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