Hoy amaneció con truenos, con lluvia, esa lluvia lenta, que detiene el vuelo de los pájaros, las palabras, y por un rato la vida misma. Me calcé unas botas y el chubasquero y salí a pasear. Me acordé de la página del calendario que pasé ayer en el comienzo de septiembre, una fotografía del palacio Kinkaku-ji en Kyoto, Japón. Y me trasladé en mi paseo a allí. A ese silencio en suspenso, a solo observar a mi alrededor y respirar, a escuchar el sonido del río en quietud, a esos troncos de los árboles húmedos que acaricié con mis manos y a su olor a madera mojada, a sus hojas que destilaban lentas gotas de lluvia reacias a caer rápidamente en la tierra, a las primeras y solitarias hojas caídas a mis pies, a la frescura de la tierra en mis pisadas.....el tenue cielo gris perla y suaves truenos me acompañaban como preludio de un otoño que se va llamando, que se va acercando.....yo le voy haciendo sitio ya.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario