Muchos jóvenes se sienten atrapados en un momento en el que su vida es en función del mes a mes. Con contratos de tres meses, seis meses, un año con suerte.....sin saber qué va a pasar después. Con muchas horas de estudio, preparación, carreras, y prácticamente sin salida, estancados y malgastando los mejores de la juventud. Cuando te comes el mundo y no dejas de planear, soñar, querer empezar proyectos.....Viven el día a día con incertidumbre, pensando que no mereció la pena, que ellos no pensaban ni querían esto. Así se siente mucha de nuestra juventud, y si nuestra juventud no sueña esto se va a pique, porque son los sueños, las ilusiones y las ganas lo que cambia, crea, fascina, revoluciona todo. Tanto talento y tantas ganas no se pueden desperdiciar, ellos son el futuro, y en lo que se debe apostar. ¿De qué vale por poner solo un ejemplo, seguir en países en conflictos, en guerras que no son nuestras, gastando tantos miles de millones?....si ese dinero se destinara por ejemplo en crear empleo para los jóvenes, en la investigación, etc...
Les han roto los sueños. Pero los sueños se reconstruyen.
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