Yo que estaba pensando apuntarme en un curso de meditación o yoga, para gestionar mis pensamientos, emociones, sentimientos, equilibrar mi mundo interior, encontrar la armonía, etc....y resulta que todo está una mandarina. Puffff.....y la de mandarinas que habré comido. Nos llega la meditación "mindfulness" algo así como "la atención plena" a través de una mandarina, con el movimiento "Wake up", o sea "Despierta". Y el "Wake up" dice que hay que instalarse completamente en el momento presente, y el primer paso es contemplar con atención todos los quehaceres del día a día en el que estamos implicados, como lavarse los dientes o las cosas de casa, contemplarlas y dedicarles tiempo y dedicación, como por ejemplo el comer, una acción que hacemos deprisa y corriendo sin fijarnos, que queremos hacer rápido para dedicarnos a otras cosas. Y por eso es que esta corriente integra las mandarinas en su filosofía. Para que paremos y aprendamos a conectar con las cosas. Por medio de los sentidos, tocaremos esa mandarina, la oleremos, la saborearemos....tiempo para observar, y para meditar, sobre lo que comemos, la cantidad que comemos, cómo comemos.....y sobre la vida misma. Y es que una mandarina te puede hablar, solo por ponerte en contacto con ella, y hacerte pensar, dedicar un tiempo a pensar. Aislarte de ruidos, del mundo que nos rodea, y meditar con una mandarina. Simple. Tan simple que nunca se me hubiera ocurrido, pero ahora ya se que haré cuando la próxima vez muy lentamente toque a la mandarina, la huela, coma sus gajos muy despacito....parar y frenarse, y ver y sentir todas las emociones, aquí y ahora....y meditar ......
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